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ASPECTO FAMILIAR

Podríamos definir la Resiliencia Familiar como la capacidad de una familia para recuperarse de circunstancias adversas y salir de ellas fortalecida y con mayores recursos para afrontar otras dificultades de la vida. Esto implica los procesos de superación y adaptación con que cuenta cada familia cuando se ve amenazada por alguno de los estresares o situaciones evolutivas que son naturales a la vida tales como la enfermedad, la perdida de seres queridos, las separaciones conyugales, el mismo crecimiento de los hijos que genera adaptaciones mutuas ya que siempre hay varias generaciones que se interponen entre el adulto del mirar adolescente particularmente, así cada familia va asimilando estas nuevas situaciones y tratando de acomodarse positivamente a ellas en un proceso continuo de adaptación para lograr nuevamente su punto de equilibrio funcional, que nunca es para siempre, sino un proceso dinámico que supone flexibilidad y creatividad.

Que una familia o un individuo tengan capacidad de resiliencia no implica de ninguna manera que sea invulnerable a los estresores o situaciones traumáticas o vitales significativas.

Como en todo factor dependerá de:

* El factor cuantitativo de agresión u hostilidad que deba soportarse: si la presión es masiva o generalizada, o dura el tiempo necesario o es de un tiempo excesivo como por ejemplo en enfermedades terminales u otras.

* En el aspecto cualitativo: según produzca un mayor o menor grado de afectación vital.

* Se trata de un suceso previsible o imprevisible: según esté o no vinculada al ciclo vital, es decir, que estén o no dentro del “orden natural” de la vida.

Tomando en cuenta los ámbitos posibles donde se puede generar la necesidad de conducta resiliente tenemos.

1.  Biológico: discapacidades o enfermedades  congénitas y adquiridas, enfermedades invalidantes de algún miembro de la familia. En muchas familias se presenta el caso en donde uno de los hijos posee alguna discapacidad y el otro u otros hermanos no, esta situaciones necesita un gran trabajo de elaboración por un lado para los padres y luego para los hermanos. Sucede muchas veces que sobre el otro hermano que no posee esa discapacidad o disfunción recae un nivel de expectativas, presión, exigencia muchas veces esto en el otro niño se convierte en un profundo sentimiento de culpa cuando siente que no esta altura de lo que se espera de él, si fracasa en la escuela, o si tiene que irse a jugar o salir con amigos mientras su hermano se queda en la casa. Estos y otros temas surgen en muchas terapias infanto juveniles.

2: Problemáticas disfuncionales graves: Tales como violencia conyugal o familiar general. Maltrato, abuso, familias desorganizadas, padres o madres ausentes, de privadoras,  donde alguno de los miembros tiene algún tipo de adicción o toxicomanía etc. Todo esto genera complejas y desestabilizantes  dinámicas familiares donde hay un continuo estrés psicofísico, emocional por consiguiente un intenso sufrimiento psíquico.

3- psicosocial: pobreza, desempleo, emigración, migración, mudanzas permanentes

4- Macrosocial: catástrofes naturales, guerras, lugares donde el terrorismo es cotidiano.

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